Las llamadas marcas de la plata, son esa pequeñas señales a modo de estampilla que en ocasiones podemos encontrarnos en los objetos realizados en este material, estas nos indican por norma general, dónde, cuando y por quién o quienes fueron elaboradas.Estas «marcas» se hicieron, ya que desde un primer momento con la finalidad de que los poderes públicos de la época , pudieran ejercer un control sobre la calidad del material y evitar así los fraudes en cuanto a cuanta plata existía en la pieza o objeto que vendían.
La marca se realiza calentando la pieza y en este lugar es donde se golpea un puzon con la marca troquelada, quedando su impronta en la superficie, el proceso para el marcado de una pieza suele ser es el siguiente;
1.- El platero que realiza el objeto pone su marca para responder sobre la pieza que ha realizado esta se llama marca del platero
2.- Acude después a un marcador, quien ensaya o analiza la pieza para certificar la ley del material, esta se comprueba sacando una viruta llamada burilada, en la se analiza y se comprueba que el objeto lleva la calidad de plata indicada por la legislación vigente de la época de ejecución de la misma; si todo es correcto se pondrá la marca de la población donde es marcado, puede ser un nombre o un escudo y la marca propia del marcador.
A partir del siglo S.XVII, el marcador añadirá además a todo esto, una marca cronológica, que en ocasiones es aproximada ya que puede usar la misma durante varios años.
En el S.XVIII también podemos encontrar unidas en una sola marca las que corresponden a la cronología con la marca personal del platero o la población
Hay que tener en cuenta que el profesional platero no siempre acude al marcador ya que esto implicaba un desembolso económico por parte del artífice.
París, 1795/97. Louis Tassin; remarcado en 1798-1809
El marcaje de la plata es un mundo complejo que requiere de los conocimientos de un profesional en esta materia, ya que la aparición de estas marcas en los diferentes objetos que la poseen se encuentra la originalidad de la obra que en ocasiones repercute en su valor económico e histórico de la pieza, que de no ser estudiada de una manera correcta pasa desapercibida.
LOTE 287. ALCALA SUBASTAS
Antonio Ruiz «el viejo», Juan de Luque y Leyva, Córdoba, año 1779.
Gran fuente Carlos IV en plata española repujada y punzonada.
Medias: 50 x 35 cms.
Peso: 860 grs.
Con decoración repujada de rocalla y banderolas. Con punzones de propiedad «R.L.».
Destaca la carnosidad del repujado de esta pieza.
Precio de salida: 1.200€
Precio remate: 850€
LOTE 305 ALCALA SUBASTA.
Antonio Ruiz, Córdoba, 1823.
Sopera fernandina en plata española punzonada.
Medidas: 22 x 29 cms.
Peso: 1960 grs.
Tapa rematada por una alcachofa con hojas, con asas cuadradas. Apoya sobre patas de garra sobre bola.
Precio de salida: 3.000€
Precio remate: 4.500€